domingo, 3 de octubre de 2010

Justo tributo

Emilio 'El Moro' fué durante años quién abrió la brecha a muchos otros que se han empleado en la parodia musical como arte y la befa de los palos más 'sagraos'. Ojos Verdes

Cuando nadie explotaba el filón de la versión de letra graciosa de los clásicos más populares , el se recreaba en la mofa blanca y burlesca de los hits flamencos del momento y de la copla. Los Piconeros

Sin ánimo de ofender, gorgoritos a lo Molina, o a lo Valderrama o simplemente con su indumentaria, Emilio Jiménez Gallego intentaba bajo un fez y un blanco esmoquin, divertir y entreter como el clown que posiblemente no ha habido hasta Pepe da Rosa y a la postre en otro estilo Chitquito de la Calzada. Fandango de Cantimpalo

Eran otros tiempos, seguro, por eso, el mérito de nuestro esfuerzo en entender su fino humor, blanco casi siempre, trabajado y respaldado por un hombre de música de los que sólo se forjaban en el siglo XX.

De sus 'ocurrencias' han 'mamado' cuando menos cuatro generaciones, y eso amigos no es nada fácil.

Para muestra un botón, recordar La ovejita Lucera de los días de La Mandrágora de Sabina y Krahe.

Mucho antes de aquel 'boom del torito' ya estaba el con el pavo! o el carro!

Un músico y cantante excepcional que supo dar a varias de las generaciones más desdichadas de españoles la sonrisa suficiente a nuestros mayores.

Vaya este post para un hombre de música y de humor y para mi amigo Txarli por recordarlo, y a Kike, con todo el cariño que compartimos desde hace más de veinte años y para quién siempre seré 'el moro'.

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