En esta ocasión mis desvaríos musicales apuntan a un pequeño pub de Colmenar Viejo, lugar donde pasé buena parte de mi infancia y mi adolescencia, santuario del POP. The First Picture of You de Lotus Easters.
Este pequeño pub se caracterizó por el nivelazo musical de los pinchas, su enorme nivel de cultura musical, su buen gusto y ser pioneros y artífices de todo lo que vino después. The State of Art de Friends Again.
Allí la música siempre gravitó desde el pop, haciendo incursiones casi siempre afortunadas al rock melódico americano y a la pista de baile (con calidad y exquisitez), y a las Nuevas Olas que a principios de los 80 emergían (Cool Wave, y New Wave). Allí vimos los primeros asombrosos y deliciosos videos que iniciaban la propuesta musical en clave de imagen. Let´s Go de The Cars.
Atentos a las novedades pero sin perder en ningún momento las raíces y los clasicazos. I´m Going down de Bruce Sprinsteen.
Ha sido con el devenir de los años y con una perspectiva más amplia de la grandeza e importancia que tuvo este lugar para escuchar música y buena. Cuando posteriormente hemos sufrido el pasar noches enteras sin escuchar un tema que merezca la pena, cuando los pinchas te ponen Heavy y luego una pachanga, cuando hemos perdido el Norte, el Sur y el Este también, recuerdo con agrado aquellas largas tardes esperando los exquisitos temas que iban destilándose de la cabina.
Aprender a escuchar música requiere de entrenar el paladar, si se quiere decir, a discriminar y a disfrutar de regustos delicados.
Durante muchos años El Trastos fue un faro, guía en el apasionante y agitado mar musical de los 80. El Trastos fue un referente incluso para los propios gestores y precursores que se encontraban en RADIO 3, que era realmente donde se estaba cocinando “ la modernidad”, Julián Ruiz, Plásticos y Decibelios y otros programas definieron el camino, y según los rumores, más de un grupo importante paso tras sus conciertos a tomar sus copas al Trastos ( leyenda urbana ¿???).
En cualquier casos vaya para todos ellos (Fidias y familia). A Mulero, Ricardo y toda la gran familia del TRASTOS mi agradecimiento y pequeño homenaje.
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