Otro referente de los 80, ha sido sin duda la obra de Anne Clark. Una obra, que insertada en un tiempo de música agitada y reactiva, ella es capaz de aportar la emoción y la sensibilidad y se convierte en su poetisa.
Su obra, no obstante no es monócroma y mucho menos insulsa, es poderosa e intensa. Sus temas son desgarrados, emocionales, tristes y/o coléricos, pero siempre los sentimientos los atraviesan enteros, de principio a fin.
Desde temas completamente musicales como el Poem without words a auténticas maravillas, poesías cantadas como Killing time, o sus himnos electrónicos muy famosos y de mayor difusión como Sleeper in metropolis. Otras son continuamente versionadas como una canciones “de culto”.
Quiero por tanto homenajear, a una persona que por su importancia e influencia constituyó un genuino baluarte musical y una personalidad femenina irrepetible. Con la valentía y fuerza para seguir en la actualidad defendiendo con su voz las cosas por las que siempre ha luchado..
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